Consejos10 de julio de 2024 · 7 min de lectura

Guía práctica: Preparando tu hogar para recibir a un estudiante

Natalia Olmo

Natalia Olmo

Directora de Operaciones

Guía práctica para preparar tu hogar

Ser estudiante universitario en España se ha convertido en un desafío económico creciente, especialmente cuando se trata de encontrar alojamiento asequible en las grandes ciudades. Descubre cómo la convivencia intergeneracional puede ser la solución que estabas buscando.

La crisis del alojamiento estudiantil en España

Los datos son contundentes: el precio medio de una habitación en un piso compartido en ciudades como Madrid o Barcelona ha aumentado más de un 40% en los últimos cinco años. Un estudiante destina, de media, entre el 50% y el 70% de su presupuesto mensual solo al alojamiento, lo que deja muy poco margen para otros gastos esenciales como alimentación, transporte o material académico.

Además, la competencia por encontrar una habitación decente es feroz, especialmente al inicio del curso académico. Muchos estudiantes se ven obligados a aceptar condiciones precarias: habitaciones minúsculas, pisos mal acondicionados o ubicaciones lejanas de sus centros de estudio, con el consecuente gasto en transporte y tiempo de desplazamiento.

La alternativa intergeneracional: ventajas económicas

La convivencia intergeneracional, como la que facilitamos en CoNest, ofrece una alternativa que aporta beneficios económicos significativos para los estudiantes:

1. Ahorro directo en el coste del alquiler

En CoNest, los estudiantes pagan entre un 30% y un 50% menos que el precio de mercado por una habitación en un piso compartido tradicional. Este ahorro se traduce en cientos de euros mensuales que pueden destinarse a otros gastos o simplemente reducir la carga económica sobre las familias que financian los estudios.

"Antes pagaba 450€ por una habitación minúscula en un piso compartido con otros cinco estudiantes. Ahora pago 275€ por una habitación amplia, luminosa y con baño propio en casa de Carmen, una jubilada encantadora", nos cuenta Alejandro, estudiante de Derecho en la Universidad Complutense.

2. Gastos incluidos y transparencia

Una ventaja adicional es que muchos de nuestros alojamientos incluyen gastos como agua, electricidad, gas e internet en el precio acordado. Esto no solo supone un ahorro adicional, sino que aporta previsibilidad al presupuesto mensual, evitando sorpresas desagradables cuando llegan las facturas.

"En mi anterior piso, además del alquiler, pagábamos los suministros aparte. Cada mes era una incógnita y una fuente de conflictos entre compañeros. Ahora tengo un precio cerrado y sé exactamente con qué dinero cuento cada mes", explica Laura, estudiante de Arquitectura.

3. Reducción de gastos en comida

Muchos de nuestros anfitriones mayores disfrutan cocinando y compartiendo comidas con sus estudiantes. Esto no solo crea momentos de conexión valiosos, sino que supone un ahorro significativo en el presupuesto alimentario.

"Antonio es un cocinero espectacular y le encanta que comamos juntos al menos tres veces por semana. He descubierto la cocina tradicional española y ahorro unos 100€ mensuales en comida", comenta Ricardo, estudiante internacional de Portugal.

Más allá del ahorro: beneficios adicionales para estudiantes

El aspecto económico es un factor decisivo, pero la convivencia intergeneracional ofrece ventajas que van mucho más allá del ahorro directo:

1. Entorno ideal para el estudio

A diferencia de los pisos compartidos tradicionales donde el ruido y las distracciones son constantes, los hogares de personas mayores suelen ofrecer un ambiente tranquilo y propicio para el estudio. Esta tranquilidad se traduce en mejor rendimiento académico y mayor bienestar.

"Mis calificaciones han mejorado notablemente desde que vivo con Pilar. Tengo silencio cuando lo necesito y un espacio dedicado para estudiar. En mi anterior piso era imposible concentrarse con las fiestas y el trasiego constante", asegura Marta, estudiante de Medicina.

2. Ubicaciones privilegiadas

Muchas personas mayores viven en barrios céntricos, bien comunicados y cerca de universidades, pero en viviendas adquiridas hace décadas. Esto permite a los estudiantes acceder a ubicaciones que serían inaccesibles económicamente en el mercado de alquiler actual.

"Vivo a 10 minutos andando de mi facultad, en un barrio precioso y seguro al que nunca hubiera podido acceder con mi presupuesto. Ahorro en transporte y gano calidad de vida", explica Javier, estudiante de Ingeniería.

3. Red de apoyo y conocimiento local

Especialmente valioso para estudiantes que vienen de otras ciudades o países, contar con el conocimiento y la red de contactos local de una persona que ha vivido toda su vida en la ciudad supone una ventaja inestimable.

"Cuando llegué a Madrid no conocía a nadie. Gracias a Mercedes, mi anfitriona, encontré médico de cabecera, conocí los mejores lugares para comprar a buen precio, e incluso conseguí prácticas en una empresa a través de un antiguo colega suyo", cuenta Elena, estudiante de Comunicación.

El proceso de CoNest: seguridad y compatibilidad

En CoNest entendemos que la convivencia intergeneracional solo funciona cuando hay una buena compatibilidad entre las personas. Por eso, nuestro proceso está diseñado para garantizar tanto la seguridad como la adecuación de los emparejamientos:

  1. Verificación exhaustiva: Todos los participantes, tanto mayores como estudiantes, pasan por un proceso de verificación que incluye documentación, antecedentes y entrevistas personales.
  2. Análisis de compatibilidad: Mediante cuestionarios detallados y entrevistas, identificamos factores clave como hábitos, horarios, intereses y expectativas.
  3. Visitas iniciales sin compromiso: Antes de cualquier acuerdo, facilitamos encuentros presenciales para que ambas partes puedan conocerse y valorar si hay una buena conexión.
  4. Acuerdos claros: Establecemos contratos claros que detallan condiciones, responsabilidades y expectativas por ambas partes.
  5. Seguimiento continuo: No abandonamos a las parejas una vez establecidas; realizamos seguimiento regular para asegurar que la convivencia funciona positivamente.

Testimonios que demuestran el éxito del modelo

Las experiencias de nuestros estudiantes hablan por sí solas:

"Vivir con Teresa no solo ha supuesto un ahorro económico enorme, sino que me ha proporcionado un verdadero hogar en Madrid. Su apoyo durante los exámenes, sus consejos y hasta sus tuppers cuando vuelvo a casa tarde de la biblioteca... no tiene precio."

— Sara, estudiante de Psicología

"Al principio mis padres estaban preocupados por la idea de que viviera con un 'anciano', pero después de conocer a Ramón y ver su casa, están encantados. De hecho, cuando vienen a visitarme, siempre traen algo especial para él."

— Miguel, estudiante de Bellas Artes

Conclusión: una elección inteligente

En un contexto de precios desorbitados y escasez de alojamiento de calidad para estudiantes, la convivencia intergeneracional emerge como una solución innovadora que combina ventajas económicas con una experiencia vital enriquecedora.

CoNest está comprometido con crear conexiones significativas que beneficien tanto a estudiantes como a personas mayores, abordando simultáneamente dos desafíos sociales: el acceso a vivienda asequible para jóvenes y la soledad no deseada en los mayores.

Si eres estudiante y buscas una alternativa de alojamiento más económica, tranquila y enriquecedora, te invitamos a considerar la convivencia intergeneracional. Podría ser no solo la opción más inteligente económicamente, sino también una experiencia transformadora durante tus años universitarios.