Economía22 de julio de 2024 · 6 min de lectura

El impacto económico de la vivienda compartida intergeneracional

Equipo CoNest

Equipo CoNest

Análisis económico de la vivienda compartida

Más allá del beneficio social y personal, la vivienda compartida intergeneracional tiene un impacto económico significativo tanto a nivel individual como colectivo. Un análisis detallado de las cifras revela una solución económicamente sostenible y beneficiosa.

El contexto económico actual

España enfrenta simultáneamente varios desafíos económicos relacionados con la vivienda y el envejecimiento de la población:

  • El precio del alquiler ha aumentado un 50% en las principales ciudades universitarias en la última década
  • Más de 2 millones de personas mayores de 65 años viven solas, muchas con pensiones por debajo de los 1.000€ mensuales
  • El coste medio de una residencia privada para mayores oscila entre 1.800€ y 2.500€ mensuales
  • Un estudiante universitario gasta de media entre 600€ y 900€ al mes solo en alojamiento en ciudades como Madrid o Barcelona

Este escenario crea una presión económica tanto en los jóvenes como en los mayores, limitando sus posibilidades y calidad de vida. Sin embargo, también presenta una oportunidad para soluciones innovadoras como la que propone CoNest.

Beneficio económico para las personas mayores

Para entender el impacto real en la economía de los mayores, hemos analizado los datos de nuestros primeros 150 emparejamientos:

Ingresos adicionales

Los propietarios mayores que participan en nuestro programa reciben un ingreso medio mensual de 350€, lo que supone un incremento significativo para muchos jubilados:

  • Para una persona con pensión mínima (unos 720€), estos 350€ adicionales representan un aumento del 48% en sus ingresos mensuales
  • Para una persona con pensión media (unos 1.100€), supone un incremento del 32%
  • Este ingreso extra anual de 4.200€ permite a muchos mayores mejorar significativamente su calidad de vida

Como señala Antonio, uno de nuestros anfitriones mayores: "Con mi pensión apenas llegaba a fin de mes. Ahora puedo permitirme pequeños caprichos, mantener mi casa en mejores condiciones y hasta ahorrar un poco para imprevistos médicos".

Reducción de costes

Además del ingreso directo, los mayores experimentan una reducción de costes a través de:

  • Compartir gastos fijos como suministros (ahorro medio de 50-80€ mensuales)
  • Ayuda en tareas domésticas que de otro modo requeriría contratar servicios externos
  • En algunos casos, la posibilidad de evitar o retrasar el traslado a residencias mucho más costosas

"Mi hijo insistía en que me fuera a una residencia porque le preocupaba que viviera sola. Eso hubiera supuesto gastar toda mi pensión y vender mi piso. Gracias a CoNest, puedo seguir en mi hogar con compañía y seguridad", explica María, de 78 años.

Ahorro para los estudiantes

Del lado de los estudiantes, el impacto económico es igualmente significativo:

Reducción en el coste del alojamiento

Nuestros datos muestran que los estudiantes en CoNest pagan, de media, un 40% menos que el precio de mercado por alojamiento comparable:

  • En Madrid, frente a un coste medio de 550€ por habitación en piso compartido, nuestros estudiantes pagan una media de 330€
  • En Barcelona, la diferencia es aún mayor: 600€ en el mercado tradicional frente a 350€ en CoNest
  • Este ahorro mensual de 220-250€ supone más de 2.500€ anuales

"Con lo que ahorro viviendo con Pilar, puedo permitirme comprar los libros que necesito para la carrera y hasta he empezado un pequeño fondo de ahorro para cuando termine los estudios", comenta Carlos, estudiante de Medicina.

Ventajas económicas indirectas

Más allá del ahorro directo en el alquiler, los estudiantes se benefician de:

  • Comidas compartidas, reduciendo el gasto en alimentación (ahorro estimado: 80-120€ mensuales)
  • Ubicaciones generalmente más cercanas a los centros de estudio, con el consiguiente ahorro en transporte
  • Acceso a electrodomésticos y equipamiento del hogar completamente equipado
  • Mayor estabilidad en el alojamiento, evitando los costosos cambios frecuentes de vivienda

Un estudio realizado entre nuestros usuarios revela que el ahorro total (directo e indirecto) para un estudiante puede alcanzar los 3.600€ anuales, una cifra nada despreciable en el presupuesto de un universitario.

Impacto en la economía local y nacional

El beneficio económico va más allá de lo individual. A escala más amplia, este modelo genera:

Optimización de recursos habitacionales existentes

En lugar de construir nuevas residencias o pisos de estudiantes, aprovechamos viviendas ya existentes:

  • Reducción de la presión sobre la construcción de nuevas viviendas estudiantiles
  • Mejor aprovechamiento del parque inmobiliario, con viviendas que pasan de estar infrautilizadas a tener un uso óptimo
  • Menor impacto ambiental al utilizar recursos ya existentes

Según nuestras estimaciones, cada habitación aprovechada en una vivienda ya existente supone un ahorro social de aproximadamente 45.000€ en comparación con la construcción de una nueva plaza en una residencia estudiantil.

Reducción de costes sociales

La convivencia intergeneracional también reduce diversos costes sociales:

  • Menor necesidad de servicios de atención domiciliaria para mayores (ahorro estimado de 5.000-8.000€ anuales por persona)
  • Reducción en la demanda de plazas en residencias públicas, que tienen un coste para el Estado de entre 20.000€ y 30.000€ anuales por residente
  • Disminución de la presión asistencial en servicios sanitarios gracias a la mejora en el bienestar de los mayores

Un estudio reciente estimó que cada persona mayor que permanece en su hogar con adecuada compañía y apoyo supone un ahorro para el sistema público de entre 7.000€ y 12.000€ anuales en servicios sanitarios y sociales.

Dinamización económica local

El modelo también genera beneficios económicos indirectos en las comunidades:

  • Mayor poder adquisitivo tanto para mayores como para estudiantes, que se traduce en consumo local
  • Revitalización de barrios tradicionalmente envejecidos con la presencia de jóvenes
  • Creación de empleos en el sector de los servicios de acompañamiento, verificación y gestión

En CoNest hemos creado 25 puestos de trabajo directos y estimamos que cada 100 emparejamientos generan aproximadamente 5-8 empleos indirectos en servicios auxiliares.

Análisis coste-beneficio: una solución económicamente sostenible

Al realizar un análisis coste-beneficio completo, considerando tanto los aspectos económicos directos como los indirectos, llegamos a conclusiones reveladoras:

  1. Rentabilidad para los mayores: Considerando el ingreso adicional, la ayuda en tareas domésticas y la compañía (que de otra forma tendría un coste), el beneficio neto para una persona mayor oscila entre 6.000€ y 9.000€ anuales.
  2. Beneficio para los estudiantes: El ahorro directo en alojamiento sumado a las ventajas indirectas (comidas, transporte, etc.) supone entre 3.500€ y 5.000€ anuales.
  3. Ahorro para las familias: Tanto las familias de los estudiantes como las de los mayores experimentan una reducción en la carga económica y de cuidados.
  4. Beneficio social: Cada emparejamiento exitoso genera un ahorro estimado para el sistema público de entre 10.000€ y 15.000€ anuales en servicios sociales, sanitarios y de construcción de nuevas infraestructuras.

El futuro: escalabilidad y potencial económico

El potencial de crecimiento del modelo es significativo:

  • España cuenta con más de 2 millones de personas mayores que viven solas, muchas en viviendas con habitaciones disponibles
  • Hay aproximadamente 1,5 millones de estudiantes universitarios, de los cuales unos 600.000 necesitan alojamiento fuera de su domicilio familiar
  • Si solo el 5% de estos potenciales usuarios participara en programas como CoNest, generaríamos un impacto económico directo de más de 500 millones de euros anuales

Nuestro objetivo para los próximos cinco años es alcanzar los 5.000 emparejamientos activos, lo que supondría un ahorro total de más de 25 millones de euros anuales para nuestros usuarios y un ahorro social estimado de 50-75 millones.

Conclusión: una solución económicamente inteligente

El modelo de vivienda compartida intergeneracional de CoNest demuestra ser no solo una solución a problemas sociales como la soledad de los mayores y la falta de alojamiento asequible para estudiantes, sino también una alternativa económicamente eficiente y sostenible.

Los beneficios económicos son palpables a nivel individual, familiar y social, creando un ecosistema donde todos los participantes ganan. Optimizamos recursos ya existentes, generamos nuevos ingresos, reducimos gastos y aliviamos la presión sobre los sistemas públicos.

En un contexto de crecientes desafíos económicos relacionados con la vivienda y el envejecimiento de la población, CoNest ofrece una propuesta que demuestra que las soluciones más innovadoras pueden ser también las más sensatas desde el punto de vista económico.